La memoria del cuerpo…
Tú mente puede tener un colapso y como la biblioteca de ya saben donde, perder todos sus ejemplares antiguos pero el cuerpo tiene sus reservas de memoria y cuando se activan una inmensidad de sensaciones emergen como si fueran semillas en luna llena -estirándose siendo hacia la luna y abriéndose al sol- como si acabarán de despertar.
Es en ese minúsculo momento en que el el cuerpo intenta descifrar como transmitir el mensaje adecuadamente al cerebro para que se haga consciente de las emociones, sentimientos, sensaciones que se están percibiendo… Es aquí donde todo ocurre:
💚 El latir desproporcionado en varias partes del cuerpo
💚 La mirada poseída por la interpretación de la idea que se genera
💚 El cuerpo en shock de ternura que se explaya hasta los pies
💚 La pregunta clave ¿Esto paso?
💚 La respuesta clave: Si, si pasó.
El olvido puede ser recuperado con la memoria muscular, basta un aroma conocido, una caricia percibida, un tono de voz, una mirada para que se abra un universo de historias que estaban en el cuerpo etéreo y se abran camino a la consciencia.
Esto es como abrir un regalo de navidadark; mejillas alborotadas, corazón rebozante, cabello eléctrico, mirada como fuegos artificiales y que decir de las neuronas bailando porque se logro armar el rompecabezas de lo olvidado.
Tantos años que me preparé para este apocalipsis, escribiendo mis páginas de la mañana, cientos de diarios, cuadernos de notas y hoy todo reciclado en la cerámica trasmutando como ese estilo de vida instaurado.
Ja… ojala eso fuera más sencillo de olvidar pero no… «es laborioso».
😀 En fin, así mi cataclismo neuronal recuperándose por el descanso y los estímulos bonitos 🥰.
La música nos teje conexiones neuronales que nos envuelven en una atmósfera en específico…
Hace un año me dijo 🌱🌿✨ que tenía buenos gustos musicales y que pusiera esas canciones bonitas. Lo cual me sorprendió porqué mis gustos musicales se reconfiguraron, eran distintos a los de ahora. En ese entonces escuchaba rap, después integré algunos beats favoritos y eso era todo. Por eso me perturbo el comentario y comencé a escuchar la radio para recordar esas rolas, con el tiempo le hice una lista de reproducción, para que cuando viniera a visitarme la disfrutaramos mientras jugábamos juegos de mesa, comiéramos o platicáramos en la hamaca.
Cuando llegó ese día, puse la lista de reproducción, estaba muy entusiasmada de compartirle las canciones. Sabia que aún había un enorme hueco musical de esos tiempos, pero quería que las escuchara. Las escuchamos e integre otras que me mencionó.
Me di cuenta de que no son suficientes las horas de música para abrazar el tiempo que pasamos juntos; hablando de política, amor, sueños, recuerdos, gustos, experiencias, la vida…
Entonces nos paso lo más extraño del mundo jajaja 🤣 del mini mundo que creamos.
Entramos en el bucle musical donde nuestros oídos eran testigos de la repetición de las canciones pero nuestro cuerpo se enfocaba únicamente en disfrutar el momento, en degustar, en reír, en abrazar, en sentir y agradecer por estar en esta vida compartiendo.
¿A quién le importa la lista de reproducción corta? jajaja
Debo de admitir que a mi si, jajaja ¬_¬ pero ya no tengo los mismos gustos musicales que antes, recuerdo poco las canciones, grupos, bandas o cantantes que nos latían de ese entonces, solo por nostalgia guarde algunas en mi disco duro. Actualizarme en los gustos es lo que toca y solo lo hemos hecho cuando manejamos rumbo a las fiestas o comidas, en ese momentos es que ponemos atención a la música.
¿Le ha pasado? Tener una lista de producción corta que se repita mil y un veces pero que no importe tanto porque lo más importante es vivirse.
Me encanto pensar que esa lista de reproducción de «muchas» canciones se queda corta con el tiempo que disfrutamos en compañía, me reí tanto que aún me duele el abdomen.
Son aromas que me envuelven y me llenan los pulmones como si fueran sabinos, tan conectados con mis aguas internas que de pronto me sentí un ciclón eufórico expresando quién soy, hasta el último detalle.
Cuando nos despedimos no fue un sentimiento trágico, tampoco fue doloroso o difícil, como dices «es cuestión de actitud». Antes si, era algo complejo. Ahora es un suspiro maduro que me abraza porque aceptamos la distancia tras la adultez, sueños, metas profesionales, percepciones del mundo, gustos, trabajos, rutinas e impulsos. Ya no pasamos más de 72 horas juntos pero si pasamos la vida sintiendo esa ternura radical de recordar nuestros fuegos siendo luces.
Aún en ese vaivén de nuestros espíritus siendo lo que queremos, nos queremos, nos amamos y me sembraría ciclicamente como esa lista de reproducción, si fuera posible muchas muchas muchas veces en el bosque de la primavera para reconectarme con esa yo llena de esperanzas de cambiar el mundo💚si es por ser, si es por crecer, si es por seguir en ese amor que se encuentra más allá de lo físico…
Llevamos toda una vida haciendo metamorfosis y viendo nuestros drásticos enigmas saliendo a la luz o alimentando la noche. Aún así la profundidad con la que hablamos sigue siendo genuina, nuestra comunicación sinérgica, discrepqr es motivo de apertura a los lenguajes de valor y sus dicotomías, en algunos aspectos hay sesgos pero amamos la investigación y retroalimentamos los marcos teóricos. Seguro que nuestro cerebro y corazón se nutren.
Las historias que vivimos nos alimentan de temas diversos, por más graciosas, intensas, efímeras, tensas, divertidas, llenas, vacías, que parezcan uff!! así como la vida es un ahuehuetes y la sabía que le hace crecer es esa sensación inagotable de compartir.
Gracias por recordarme nuestra historia en una síntesis de fotografías inéditas. Con ello me emergió un volcán, bienvenida la luna roja.
Te amo💚🥰