Despedida

Las despedidas se sienten en el pecho,
con un nudo en la garganta implícito…
¡Quédate! ¡Quédate! ¡Quédate!
Así gritaba mi timo,
mientras tu determinación;
misterio, cautiverio de reservas sonoras…
me prendían, me apagaban, me hervian,
me enfriaban, me alocaban de manera incierta.

Sin duda,
quise y logre respetar tu partida,
mientras me dejabas un hueco,
un deseo de estar cerca,
de fluir en la diversión;
emanada de la improvisación,
la caterva con sueños forestales.

Quiero poder decir,
te extrañe entre las serpenteantes olas musicales,
entre el letargo de mis expectativas,
entre el hubiera sido y el no fue,
quizás debí haber sido más explicita
derramarte besos y expresarte deseo,
pero como no fue así,
el autocontrol trazo un camino,
¡Lo planeado! en ti
¡la improvisación! en mi…
Quizás esto es nuestra vida en paralelo.

Así paso,
lo fugaz y significativo.
Un día estas y otro sigues a la distancia estando,
aquí…tejido entre el corazón y el timo.
Entre el desapego y la intermitencia;
como luciérnaga;
palpitando en la oscuridad,
inicio de un nuevo ciclo.

🙂 Sueño tu risa,
tu estelar timidez;
tu plenitud en pasos,
en estelares metáforas;
coqueteo alterno,
entre ciencia y sondeo…