Nos falta campo

Esta frase me acompaño durante mucho tiempo ¡Te falta calle! para describir la sapiencia de entrar y salir de un barrio a otro con las amalgamas amigueras, los privilegios trazados o los lazos que el arte hace en las calles.


Ahora es distinto, ya no le recomiendo a la gente -tener más calle- para mí tiene otro sentido.
Recuerdo lo que ocultan esos murales de mujeres cabezas de flor y veo pasar la melancolía que implica la calle; dibujos sin rostro por el que dirán y de quién. También los tags que visibilizan lo inevitable, la psicología de lo oculto y la clandestinidad de querer estar presentes de una u otra manera desde la disrrupción.
Tener más calle puede ser interpretado como tener más experiencia en la sobrevivencia en esta sociedad que valora más lo artificial que la vida.


Pero hoy les escribiré sobre lo que a mí me implica tener más calle y si bien no me arrepiento de saberlo, verlo o descifrarlo y por lo cual digo ¡Vaya trabajo social ambiental va más allá de una profesión, tiene que ver con un activismo que reivindica la vida!…
Cuando digo tener más calle en el sentido de abandono de la naturaleza que habitamos y la que nos rodea hablo de un tema de desconexión mental, emocional, físico, espiritual…
Porque considero que -entre más calle, más grises somos- ya que consumimos el smog no solo de los autos también de la decadencia emocional. Debido a que carecemos de mascarillas que lo evite; herramientas que nos proporcionen la posibilidad de elegir exponernos o no, saber cómo digerir las situaciones o pensamiento crítico que nos ayude a vislumbrar lo que se avecina con la exposición.
Entre más calle más vulnerables estamos a la locura, al desorden, al caos que implica deshabitarse. A despojarnos del cuerpo para ser zombies sociales que caminan al ritmo de las olas del ego y la desatención propia y del resto.

De pronto más calle puede ser más caparazón, capas de nuestra rocaleta, reacciones atroces o mecanismos de defensa.

Puede que la calle donde hayas crecido sea distinta pero las que conozco o donde crecí siempre fueron violentas, llenas de tristeza por mis amistades en la cárcel o en las drogas, mis amigas ilusionadas con el príncipe azul y odiando las tareas o abusadores, mis pocos amigxs con quienes estudiaba o jugaba fútbol aisladxs a los ciclos rotundos del matrimonio y al estrés de la vida laboral para mantener a una familia no deseada.
En fin ¿La calle abraza o aprieta?
¿Depende de tus herramientas?
¿Depende de tu familia?

La calle depende del contexto, lo social, político, económico, ambiental, etc. Algo que no está en nuestras manos; que alguien más controla y que solo vamos navegando entre sus desiciones.
Se puede influir y por eso el activismo, pero lleva tiempo, esfuerzo, organización comunitaria etc.

Habitarse en la calle…
He escuchado tantas anécdotas de eso que me rompió lo que quedaba de mi corazón grinch, una vida arraigada al despojo de seres maravillosos por la dopamina falsa de alcanzar la paz en un viaje de meta, coca, marihuana, alcohol, el exceso etc. etc…

Cualquiera que sea la búsqueda y la musa falsa lleva al despojo de una esencia que no regresará más; un daño progresivo de las neuronas que almacenaban la calma de solo ser para preocuparse-ocuparse de una ansiedad que lleva un éxtasis sintético.
En fin tener más calle, más experiencia en la sobrevivencia en el ambiente adverso ahora lo veo desde otro panorama y veo que implica dolor; dibujarse una piel sobre otra para proyectar el peligro; entre los símbolos y demostración de la resistencia ante la aguja, las cicatrices y los mensajes diurnos y nocturnos de un pulso laxo o cuerdo.
Cuerpos habitados por miradas perdidas, lágrimas infinitas, corazones rotos y vidas vacías de sí; solo embalajes relacionales que no hacen peso en el transitar del día a día…
No te falta calle mi amor!
Eres naturaleza y si has de sentir que te falta algo, quizas sea sentirte de lleno, una comida-manjar con harta memoria de lo que implica coexistir, un abrazo, hibernar entre unas sábanas grises semanas, saborear semillas, frutas, risas, bailes, lunas, comprender desde la raíz a ese vacío inédito y escondido bajo la llave social, restaurar tu sueño interno para que la microbiota haga lo propio y lleguen a tranquilizarse tus nervios de existir, pierdas el miedo a la vida y por fin vayas a su búsqueda…

Esa mirada perdida de ser gris no te queda, te queda ser galaxia en la inmensidad de las ideas; te queda ser risueñx, envolverte en tierra o arena por diversión y no solo por destino predeterminado. Te queda cacaraquear avances y reflexiones que en ste mundo serían x sino fuera porque tú las notas y cerca como colorín hasta arrojar semillas rojas de intensidad, amor y venganza a esa absurda ola gris que quiere apagar nuestra creatividad.

No te falta calle!!! Basta de ese calor de asfalto que apachurra el alma!
No te falta camino sintético que no amortigüe tus pasos!
No te falta el ruido de esta ciudad! Necesitas más silencio para escuchar tu barrio interno y sacar con rap lo que quieras expresar!!!

Si considero que a todas nos falta campo, porque la comida mediocre que ofrece el sistema solo nos aliena y alinea los intestinos hacia el letargo.

La comida es un ritual sin embargo no se le tiene altar, la comida es un disfrute para todos los cuerpos y alimentarnos con la fortaleza de la tierra, deja agrietar la capa de smog y hacer brotar los colores 🌈🌞🌸🌹✨🌞 la vida!!!
Es como romper el concreto con una semilla…
Pero en este caso se rompe el orgullo, el ego, el letargo y se abre la semilla de girasol que llevamos en el corazón para poder girar hacia una luz que nos permita hacer fotosíntesis!!!.
Si te sientes como un ser gris, siembra girasoles en tu corazón ❤️.
Si te sientes como un ser gris en medio de la desesperanza abraza!!
Si te sientes abrumada por la cotidianidad¡Toma kombucha, kéfir, agua miel!
Si te sientes como un ser gris¡Activa tus redes de apoyo! Tú tejido emocional sostiene en la caída!
Si te sientes como un ser gris ¡Comienza por ti!

Podemos vivir en la abundancia material pero en la carencia de naturaleza y eso es tremendamente complicado sin embargo ese despejó encauzado se puede revertir (: ¡Conecta! Con tu centro, esa falacia del equilibrio o la estabilidad para valorar lo placentero y displacentero y vivamos entre las mares emocionales.

Recuperarnos de las sobras no es algo sencillo, pero tampoco imposible es momento de mirar esas oscuridades y saber que hay escondidas en ellas.
Solo así podremos recorrer la casa sin miedo a lo de adentro a lo de afuera.

Amar y sentir que en un abrazo no solo eres un cuerpo sino 14…

Lo más importante de dejar de ser grises entre las crisis es el habitarnos, regresar a nuestra casa, a nosotras!!!

La sobriedad amorosa implica descanso, alimentación, cuidado y relaciones bonitas (:.