Dosis para rendir, el red bull del amor…

Este escrito es sobre una relación que expande!!

Cuando he creído que la tranquilidad me abraza y por fin la calma es amiga, llegan un cúmulo de reflexiones respecto a los pendientes creativos que me creo para estar habituada a una rutina de la productividad que en sí misma no es tóxica pero si en los tiempos que se establecen para que todo vaya a prisa y de la manera más efímera posible, sin disfrutar del camino porque lo que se disfruta es el resultado.

¿Te has sentido así?


Yo últimamente.

He decido hacer mi vida monoactiva, una actividad a la vez sin poner a trabajar  mi cerebro en segundo plano y esto me trajo un cambio impresionante en:

  • Mi descanso
  • Sueño
  • Pensamiento
  • Emociones
  • Ideas

Pero esto no es suficiente para los ritmos sociales aún cuando sea una sola actividad, un solo enfoque existe algo que continuamente me despierta en la madrugada y me pone a trabajar el cerebro, lo bueno es que ya no es angustia es una tremenda aventura sobre la pregunta ¿Estaré haciendo lo correcto?.

Muchas personas dicen lo correcto es lo que dicta tu corazón, tu mente etc. Pero ambos son alimentados por el contexto, la sociedad, el punto geográfico y otros factores determinantes para que se consolide eso… Entonces no considero que haya una manera «adecuada» lo que he procurado es pensar en que es lo que regenera, aliviana, sana, tranquiliza, calma y encauza mi cuerpo a esa paz positiva de habitarme, nutrirme, abrazarme hasta contenerme y vertirme en esta realidad multifascetica.

Lo anterior es algo complicado porque he tenido que adaptar mis herramientas sociales a mis relaciones personas y los experimentos no siempre resultan de la mejor manera sin embargo he obtenido buenos resultados.

El primer experimento es un acompañamiento:

  • Terapia conductual
  • Terapia obsidiana
  • Masaje Taoísta
  • Herbolaria y Flores de bach

Esto me ha permitido reconocer partes muy oscuras de mi y entender desde que ángulo veo el mundo, reconocer los impulsos y porqué actuó de cierta manera, aceptar mis recaídas emocionales cuando experimento una y otra vez las decisiones degenerativas. Además de esclarecer los micro y macroconceptos desde los que me habito.

La otra parte que alimento mi regeneración emocional:

  • Cambio radical de amistades
  • Elegir espacios donde me sienta en calma
  • Cambiar de hobbies
  • Hacer otras cosas
  • Aprender cosas nuevas
  • Incorporarme a una vida laboral creativa-ecológica
  • Administrarme mejor
  • Reconocer mis habilidades
  • Hacer intercambios solidarios para ganar-ganar
  • Probar otras comidas y definir porque si por que no comerlas
  • Dormir lo suficiente
  • Crear un protocolo de integridad emocional
  • Reconocer mis recaídas emocionales
  • Abrazar la incomodidad
  • Actuar ante una situación emergente
  • Reponerme tras una situación difícil con cuidado, sin acelerarme o negar lo sucedido
  • Reconocer y frecuentar amistades que me alimentan
  • Divertirme
  • Disfrutar de mis amistades en grupo experimentando actividades novedosas
  • Ser constante en las terapias
  • Atender las tareas

Honestamente lo anterior ha surgido de manera paulatina durante estos 8 años de terapia de obsidiana. No ha sido algo sencillo y reconozco que la mejora manera de vivir ese proceso para mi jajaja tendría que ser encapsulada del mundo exterior porque es una vorágine de reflexiones interminables sobre el día a día. Sin embargo no es algo viable, lo mejor que se puede hacer es simplemente dejarnos llevar por la marea y tener una red de afectos que nos contenga de esas mareas altas, lunas rojas, tsunamis emocionales y lunas oscuras de nuestro mar interno.

Las terapias son complementarias y se requiere una valentía inhóspita para aceptar desde nuestra versión de los hechos que hacemos de manera inadecuada, muchas veces había pensado que contar lo que hago o digo que está mal es difícil pero ahora me doy cuenta que reconocer y decir lo que voy logrando es aún mas complicado.

Por ejemplo… conté que ahora que soy más critica sobre el «amor» me decidí a no tener relaciones volátiles, la última relación complicada fue corta como de un año, suficiente para sentirme en la incertidumbre, el sosiego y letargo emocional. Ya no recomiendo a mi yo del futuro aliarse con las expectativas de que las personas podemos ser iguales siendo amigas y parejas… No todas las personas pueden o tienen la habilidad de abrirse al mundo de las emociones y sentimientos compartidos.

Viendo a retrospectiva sé que parte de mi estaba aferrada a ese vínculo y que dio lugar al caos, alimentar esa parte para que no se aferre a nadie y solamente se autogestione es algo complicado sin embargo va caminando poco a poco.

A la par de esa relación desquiciante había conocido a alguien que pintaba esta dicotomía entre el trato, el interés y el comportamiento. Pero siempre puse un límite relacional porque sabía que no podría estar dispuesta a abrir otra puerta amorosa con ese caos acrecentándose y por los riesgos que implicaba para la salud mental propia y ajena. Solo cuide esa relación, la procuraba para hacer actividades que nos llenaran y nos conociéramos sin más expectativas que el encuentro para ponernos al día de nuestros múltiples mundos.

En una ocasión le soñé, soñé que estaba conviviendo con mi familia en la cena de navidad, se me hizo extraño porque ni conoce a mi familia, ni le invitaría jajaja. Como saben mi familia es un núcleo casi sagrado jajaja por ermitaña y penosa. Entonces no invito a casi nadie solo mis amistades muy cercanas le conocen y es la puerta a mi vida. Muestra de ello es que mi abuela se aprendió el nombre de mis amistades porque ni son tantas jajaja y las invito casa uff…cada comida rica o accesible en Gdl o Tapalpa.

Entonces soñarle con mi familia me hizo reconocer que me siento tranquila con esa persona, si bien la seguridad es algo que me corresponde a mi, puedo experimentarla con el diálogo, las caricias, la cercanía y poco a poco hay una mirada cómplice que nos habita.

Este sueño parecería que motivaría algo en mi pero no, solamente continúe el vínculo como estaba… tenue, dulce, fresco…

Pasados los meses le vi un día y sentí una cataplasma de fuegos artificiales evaporandome la tez, un desfile de hormigas pasando de la raíz hasta la coronilla… me sorprendió sentir esa intensidad.

Como excelente narradora de mi propia vida jajaja, decidí ocultarme de la suya, solo ser un punto y coma en su cotidianidad pero casi rosando al silencio así que me di un tiempo para digerir si era solo un beso o una sensación recurrente.

Paso el tiempo… días, semanas, meses…
Sembré valor en mis dedos y concrente otro encuentro.
Ya no dulce, ya no salado ahora ácido.

Nuevamente esa feria que aísla, muchos colores, texturas, arrebatos y frenesí.

Quizás me invadió un miedo efímero a que se hiciera recurrente pero pudo más la consigna de ¡Hasta donde tope! ya no lo deje pasar por alto ¿Qué esta sucediendo? ¿Solo es una atracción?. Mi mente con muchas preguntas, mi cuerpo con pocas respuestas.

Este vaivén entre la incertidumbre de caminar en esos desiertos emocionales hasta llegar al oasis suena tentador… Fue una sorpresa interesante darme cuenta que lo que parecía encandilantemente amarillo en realidad en un atardecer cálido que me arropo con dulzura.

Desde entonces me escucho cantar  -Tarda en llegar, pero al final hay recompensas, en la zona de promesas- con una ternura que dibuja letras con la lengua, suspiros con la punta de la nariz y abracitos cálidos que regalan paz.

Pienso que el cuerpo siente, lee, interpreta, descodifica… entre más abrumadas estemos esto se vuelve más sutil y no lo hacemos consciente pero cuando nos bañamos en sal y depuramos nuestra energía los meridianos son más expresivos.

Ahora que soy más escéptica de esto que siento en el estomago y en el pecho, me dice la raíz que se puede conectar todo solo con un beso. Conectarme desde la ternura, las palabras, las risas, los caminos largos, las malteadas, las ensaladas, los bosques, las cabañas, los viajes, los regalos, la mirada… el cortejo integral de solo estar y sentirse hasta dormir, despertar, reír… ¡Me gustas! 🙂