Greñuda

Una greñuda en mis días, que llegó como un regalo…

Cuando las noches se percibían turbulentas, llena de emociones incluso hasta preguntas, tenias la paciencia  de ir a mi cama, recostarte en mi vientre y saludarme con una mirada tierna, que me inspiraba abrazarte hasta termina de fluir en tu cabello blanco y dócil.

Bien sabía que aunque no pudieras expresar en voz alta todo el amor que sentias por mi, decía mucho el hecho de escucharme y acompañarme en los momentos más intensos de mis emociones. Sin duda amaba salir contigo a correr y permitirnos sentir el pasto viendo las estrellas y comiendo biónico bajo el árbol era un festín que compartimos 2 veces por semanas y que extraño todo el tiempo. Me asombraba regresar y terminar rendidas, si bien yo no podía bañarte por tu bienestar, era muy divertido poder hacerlo cada semana en la azotea; día destinado a tener un baño con espuma y prepararme para la persecución peligrosa por toda la casa.

Esas aventuras mensuales combinadas con las corridas bajo el sol en el bosque, terminaban por recordarme que el cabello de los french poodle pueden ser un excelente almacén para los huizapol y por ende una declaratoria de guerra para las sabanas de quien comparte cama con ellos. Aun así no me arrepiento de lavar el doble mis cobijas, de estar quitando de una en una las espinitas circulares  y de despertar con pasto seco en el cabello, porque al fin habíamos logrado terminarme esos tenis eternos de tanto correr y pedalear al ritmo.

Me divertí bastante saliendo contigo, compartiendo vida…aun extraño tu partida, para mi ese lapso de despedida lleva su tiempo pues cuando te recuerdo me aprieta la nostalgia y espero que puedas tener a placer una compañía divertida, amorosa y responsable que te deje vivir en derecho y plenitud. Es así como te pienso y consideró que te lo mereces. Si bien ahora solo alimentas mi incertidumbre; pensaré que es un buen inicio para resignificar tu compañía y tomar tu compartición como una elección que me permita retomar con pasión, mi día a día. Por eso y más te agradezco tu existir y el coincidir conmigo.

En mis recuerdos más divertidos tú. Kali la pequeña greñuda.