Tal cual en el cuerpo…
Recuerdo que te llamo huracán de colores y te has ganado a pulso esa extrema interpretación.
Desde un inicio sabía que podías ser un manantial creativo para este espíritu en búsqueda de una libertad natura, tal fue la mimetización que en un instante ya seguía el credo de «Somos naturaleza» y la voz gritaba entre cada beat a media tarde.
Aunque mis selvas y bosques creativos rebosaban, se manifestaban y me acariciaban con todo tipo de materiales me vi en la necesidad de darme unas vacaciones emocionales para no depender de nadie, de nada y solo yo ser mi huracán emocional.

Por qué estar en ese trajín de aires intensos me canso la mente, el corazón, espíritu y me abrazo con desesperanza. Jamás me había encontrado con esa realidad sistémica y como nos rompen los sueños a partir de los diferentes mecanismos de control y subordinación social.
Esto me llevo a reconstruir las islas barreras y lograr cuidarme con la manadita que me acompaña con flores, hojas, cantos, dibujos, dulces, té, libros, abrazos, besos, intimidad, palabras, amor.
Es así como comencé a discernir los beneficios de ser mi propio huracán y vivirme en intensidad.
Esto lleva tiempo pero ¡Lo logramos! 😀
Ayer que estaba en la clase de Escultura Cerámica me dijo el profe que mis creaciones se veían muy liberadas (: justo así me siento, un gran alivio que abraza y expande.
😀 ¡Gracias a quien me contienen!!