Ya habíamos dado semilla :P

Hace unos días nos arrebataron el huerto en el Prescolar…

Fue algo horrible.
Entre que active mi resiliencia y me estoy recuperando de la bronquitis pues es ha sido algo complicado.

Sin embargo activamos plan B, C, D, E…
Poner en práctica el ecoterrorismo.

Ilustración Ekolibre


Lxs niñxs tienen varios años con ese huerto y tienen una casa de semillas diversa. Entonces hice un acto metafórico sobre el cambio climático donde ellxs eran los actores para cubrir el suelo de las adversidades del calor del «sol».

En la ecología emocional los «altos calores» son los orígenes de las emociones reactivas e incendiarias. Desde la percepción de la acupuntura esto es como a línea del calor y nos lleva a la violencia sino sabemos regular esta energía.

Si bien me interesaba que sacaran sus inquietudes sobre el despojo del huerto hice enfasis en el proceso creativo que llevará a la construcción colectiva de alternativas y se les ocurrió ¡¡¡¡Sembraaaar!!!…

Active su línea del calor enfocada a la catarsis de la tristeza, la rabia y encauzamos la energía creativa para ¡¡SEMBRAAAR!!.

Varixs niños se dieron a la tarea de buscar los restos de semillas en la tierra que fue lo único que nos dejaron… Después tomamos las semillas de su casa de semillas y las energetizamos.

Este paso fue muy triste, liberador, esperanzador porque tomaron las semillas en sus manos les dijeron una intención para que se despertarán y mencionaron:

¡Que tengas agua para despertar!
¡Que te escondas bien en la tierra hasta que seas fuerte!
¡No dejes que te lleven!
¡Yo te cuidaré hasta que seas un árbol!
¡Cuando venga al huerto te daré comida!
¡Que tengas alimento para que puedas crecer!
¡Qué no tengas miedo de ser planta!
¡Qué nadie te arranque!
¡Espero tomes mucha agua!
¡Te queremos plantita, crece!
¡Te amo tú puedes crecer!
¡Que te cuiden los insectos!

Casi me derramo en llanto, para mi contenerme en ese momento y continuar la clase fue un proceso intenso. Por qué solo lloramos un ratito y luego nos fuimos al huerto.

Les decía las plantas ya no están, pero tenemos a las semillas
¿Qué podemos hacer?

¡Cuidarlas!
¡Plantarlas!
¡Llevarlas a nuestras casas y plantarlas allá, cuando sean grandes traerlas!

Me siento muy feliz por saber que han cobijado la ecología emocional como un medio para reconocerse en esta lucha por la biodiversidad.

¿Por qué se llevan el huerto?
– Por qué hay personas a las que no les gustan las plantas
– Esa persona no quiere que juguemos en el huerto
– Mi mamá dice que hay alguien de la escuela que no quiere el huerto por eso lo quitó
– Por qué no les gusta que haya insectos

¿Qué podemos hacer?
– Cuidar las plantas a quienes si nos gustan
– Decirle que las plantas son importantes
– Traer plantas

Yo les regale una maceta de barro en forma de corazón y les dije que en la maceta hay un orégano orejón para la digestión para hacer más sencillo nuestro sentir por el despejo del huerto.

Me sorprendió que un niño me dijera ¿Pero para que sembramos si la persona que no quiere el huerto puede llevarse nuestras semillas o plantas?… Yo le comente que lo hacemos por resistir, porque a nosotras si nos gustan las plantas y las semillas, al acompañar nosotras a las plantas y semillas ellas resisten además de expandirse por la tierra.

Entonces escuche que le dijo a sus compañeritxs ¡Sembremos todo!.

Buscaron un lugar húmedo para guardar las semillas en la tierra y estoy segura que esta clase fue muy distinta a todas. Aún con el hueco en el alma, muchos niñxs decidieron llevarse semillas a casas y cierto, sabían la ubicación de las plantas porque hasta les habíamos puesto nombre en un mapa.

Me sorprendió mucho que algunas mamás al ver que se llevaban las plantas decidieron adoptar algunas porque ya era un hecho que las iban a tirar. Yo me enteré esto en la clase porque un niño dijo «mi mamá rescato un romero y una lavanda».

En el huerto teníamos más de 150 plantas entre árboles, medicinales, aromáticas y hortaliza… Nos queda la memoria.

Nos queda resistir.

Quiénes digan que lxs niñxs no tienen la capacidad de organizarse para resistir le hace falta más ver hacia adentro para reconocer la fuerza y enjundia de esos espíritus súper confrontativos, estuvieron preguntándole a las maestras, a la directora a quien fuera ¿Y nuestro huerto?, ¿Donde están nuestras plantas?, ¿Qué le hicieron al huerto?.

Incluso fueron lxs niñxs de primaria a preguntarme sobre el huerto:
_ ¡Yo sembré esas plantas! ¿Qué paso?

Fue un día tremendamente agotador, recaí de los bronquios y me sentí fatal toda la semana.

Sin embargo aunque me abrace la tristeza ya no más la desesperanza.

¡Gracias a esas criaturas pequeñas que saben que hacer!!! 😀