De la relación hormonal a la criatura real…

Cuando hemos disfrutado del cóctel hormonal que arrasa con el pasado, con el presente y el futura se da un misterio. En el cual nos envolvemos como si fuera una cobija de invierno, una camisa de fuerza, una enjundia del aquí y el ahora con esa persona.

Esa magia tiene inicio-fin, como si fuera un ciclo. Estoy hablando de la conexión hormonal que se genera cuando nos atrae alguien. Puede que sea su aroma, su voz, su inteligencia, el trato o simplemente algo desconocido o inconsciente que genera este súper poder de estar para esa persona.

No podía explicarme el origen de los impulsos hasta ahora.

Las hormonas juegan un papel muy importante para poder dar pie a multitud de reacciones y elegir conocer el cuerpo nos va orientando en la manera de actuar.

Antes utilizaba el término de «enculamiento» para describir esa insaciable manera de querer estar con alguien ahora solo digo atracción hormonal.

No comprendía porque tardaba un año en enamorarme de alguien, puede que alguien me guste, que alguien me atraiga pero pasado un año es que decido estar o no. Ahora comprendo que vernos en las 4 estaciones es importante, pasar varias fechas significativas y coexistir con la cotidianidad puede que me de más confianza de estar o soltar.

Elegir desde las hormonas me ha traído gratos momentos, relaciones largas de 6 años como máximo. Pero elegir con la mente clara me ha permitido crear relaciones de más de 20 años.

Entonces eso observo:

  • Relación que se construye para corto o largo plazo
  • Intensa, relajada, efimera
  • Nutritiva, vehemente, esporádica

Pero las relaciones que son a largo plazo son peculiares

  • Mucha comunicación
  • Sinergia
  • Acompañamiento
  • Compañerismo
  • Complicidad
  • Diversión
  • Éxtasis
  • Trabajo en equipo
  • Risas
  • Cariñitos
  • Muestras de afecto
  • Vínculo del pensamiento crítico o ideología política a fin
  • Apertura
  • Escucha activa
  • Cuidados
  • Creatividad

Sin duda hay amores que se llegan a encarnar y ya no he vuelto a ser la misma, soy una mezcla de mis relaciones y cuidar esa maraña de pensamientos lleva tiempo pero poco a poco.

Elegir con quien estar para nutrirnos y cuidarnos es una responsabilidad que lleva tiempo cultivar.

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