Abrazarse en vez de escupirse…

Los sueños pueden ser un misterio…
Me acuerdo que de niña me encantaba leer sobre los sueños y mi familia me compro unos libros sobre signos de las diferentes culturas universales y su significado aplicado a los sueños. Obvio me encantaban los egipcios y los náhuatl. Quién sabe dónde estarán esos libros.
Me pasaba horas leyendo los símbolos y aprendiendo los dibujos, donde fueron encontrados y con los documentales entender más.
Mi papá y yo veíamos documentales sobre historia, me encantaban las narraciones, las representaciones y los paisajes. Todavía es algo que me encanta pero ya no le dedico tanto tiempo.
Esos libros glosarios, símbolos y sueños han sido una puerta para comprender que el lenguaje puede ser un medio para comprender que no importa en que parte del mundo estemos podemos encontrar los medios para comunicarnos.
Así es nuestro cerebro cada quién tiene sus mundos, pero en ocasiones nos aferramos tanto a nuestras formas que no permitimos que existan otras aún cuando somos diferentes. Es en ese límite que aceptamos que las fronteras si existen, las ponemos nosotras y en ocasiones para autoregularnos, defendernos o cuidarnos. Dependen las circunstancias.
Con el lenguaje se pueden comunicar los corazones y los cerebros pero solo si hay una atmósfera de cuidado, porque donde no hay condiciones es una interrupción del cuidado.
Tener las condiciones, crear las condiciones, abrazarnos con la palabra para evitar rompernos.
Esto es algo que se aprende con la práctica. A veces llegan niñxs llorando, tristes, agresivos y siempre podemos crear un momento de empatía con el grupo para darnos un momento de diálogo. Los sentires son valiosos pero las condiciones para que estos se compartan son inéditas.
Les he escuchado decir que se sienten tristes porque sus mamás no están, porqué sus hermanos se van de la casa, porque hay niñxs que les chantajean con no ser más amigxs, etc. Escuchar y compartir herramientas para acercarse y hablar es otro trip.
Los abrazos comunitarios contienen y despiertan empatía con ese sentir, de un momento a otros la resiliencia hace lo suyo y el cariño se esparce hasta cambiarles el rostro.
Es relativamente rápido en el que se volca la emoción y se depura compartiéndola, es un ciclón de sentires…


Aplicar esto en la cotidianidad adulta lleva tiempo y honestamente solo con quienes se este dispuesta a tejer intimidad desde la transparencia y el amor. Solo así podemos sentirnos acompañadas y cuidadas. No podemos hacer mucho, cada quien trae su chip y en ocasiones con software aunque es el mismo, de diferentes versiones de inteligencias emocionales aplicadas a la ecología emocional.
La disposición de abrazarnos antes de lastimarnos no se puede comprar. Se teje pero para eso necesitamos observar nuestros monstruos para que no se viertan en los otros y eso si implica dinero: ir a terapia.