Ahora entiendo que el amor que siento es un amor genuino por mi y por las maneras en que mi cuerpo despide un cóctel hormonal que me hace expandir los placeres del ahora.
Si yo dosifico esa manera de ver el mundo y la concentro en un tótem puedo dejar que la casualidad active ese cóctel hormonal hasta el grado de perder el control sobre mi, justo lo que muchas personas hemos aprendido hacer ¡Perder el control de nosotras ante el amor!.
¿Cómo es eso?
Así como la sombría embriaguez dónde somos a esplendor unx «otrx», ser con las hormonas alteradas en una relación será más fácil justificándolo con un amorío, ¡Soy por tú existencia! dejando total control al otro y cediendo el poder de nuestras decisiones a otra persona sin responsabilizarnos de la pérdida de control y sobre todo de las decisiones que tomemos en ese lapso de embriaguez hormonal.
¿Acaso la embriaguez hormonal del amor es perjudicial?
En ocasiones hacemos «locuras», tomamos decisiones lejos de la cordura y solo por la satisfacción o la expansión del momento. Una dosis de amor, acurruco, sexo y comida puede ser un final feliz de un día, tarde, noche, meses y eso es lo que llena, satisface, alimenta.
¿Pero es suficiente?
¿Acaso la mente con la que coexistimos esta satisfecha?
Es toda una locura pensar en cuestionar el origen de nuestros deseos y si lo genuino es una semilla sistémica que se enraíza cual muérdago hasta expropiar lo que se dice que es nuestro cuerpo pero al pertenecer a esta sociedad no nos pertenece esta carne. Sólo somos la propiedad privada del Estado que bien hace en domesticarla para su subordinación y sosiego disruptivo.
El amor es eso…
La creencia del amor es eso…
Es la dosis de paz negativa que nos venden en migajas publicitarias para que alimente la neurosis del contraste «lo que nos venden y lo que es»…
¿Qué tendría que ser el amor?
¿Cómo es la congruencia del amor?
Desde la paz positiva el amor tendría que ser algo que nos incite a ir en contra de la corriente del capitalismo, todo menos la paz de la subordinación y sosiego.
¿Es posible un amor entre las llamas de la subversión?
Entonces primero sería amarse a una misma, para defender su cuerpo de ese muérdago social y posteriormente buscar más árboles vivos con los cuales enramarnos y tejer las raíces para cuidarnos la savia… resistir a las deforestaciones… resistir a la sequía… resistir a la tala clandestina… resistir a los monocultivos… resistir.