Cohibida, una palabra; ya. Una acción erizante, una caricia húmeda… quizás con mis labios, quizás con mi lengua, quizás con mi cabello o bello… No sé… solo identificó que COHIBIDA me genera una risa temática entre pena, picaresca o de huida…Aun me cuesta descifrar el sonido de aaaoooaaauuuuuuaaaa corre mientras mi mente quiere abrir un recuerdo que erosiona mi tranquilidad intelectual.

De esas veces que siento el látigo de la mente sobre los dedos; es imposible resistirse a expresar que me genero la palabra excitante: Cohibida.

En muchos espacios de tiempo me he sentido así; durante un beso mientras me palpitaba la vulva. También durante un acercamiento involuntario, tan tan cercano que hasta respirar puede resultar un estruendoso símbolo de atracción. Quizás la palabra me intrigaba y ahora ha despertado la memoria celular de un amor añejo o presente.

No me gustaría del todo descifrarlo porque podría dar lugar a la añoranza o nostalgia  y prefiero quedarme con ese cosquilleo que amedrenta la quietud.

Decir que estoy cohibida, es decir que no me deje fluir, que no hubo las condiciones para dar de alta a mi moral. Por lo cual no se logró activar el deseo de resetear mi mente con el tacto, con el sonido fugaz de la respiración casi imperceptible, controlada, genuina, acelerada.  Quizás no hubo la iniciativa de reventar en pleno fresco las prendas, de tocarte todo y salir huyendo; de sentirme presa de un deseo que quería experimentar por más tiempo. Simplemente no pude dejarme seducir por poner el límite lo que me implica el autocontrol de la palabra.

Si así es mientras escribía un sinonimo… aparecio COHIBIDA. Ya no me pude concentrar olvide el camino hacia el párrafo siguiente, lo único que me dejo hacer esta pasión es abrir otro documento para vaciar mi sed de expresar que es, que significa, como se siente, como sabe, como camina hasta mi deseo la palabra COHIBIDA.

Todo este tiempo estaba ahí, guardada para mi, para poder describir lo que sentía cuando expresabas besarme en todos los labios de mi ser…Eso es! es la Eureka por fin se que no era vergüenza como quería etiquetarlo, quería que fuera más elegante, más sutil, con mayor profundidad, con un tono delicado y tenue. Decirte me siento cohibida, me siento simplemente muy muy dentro de mi.