Somos instantes

Sí, las personas somos instantes…
Somos esas palabras que fluyen como si fuera infinito y te llenan unos tonos, unas letras, un aroma.
Es en esos instantes donde quisiéramos detener el tiempo ¡Vivir fuera del tiempo! ver la geometría sagrada con las mejillas rojas, vibrar con la compañía, vibrar con el tacto, la cercanía, el desliz de lo que no vemos pero se da como un big bang emocional que nos traslade en la frescura…

Politizar la vida no es algo sencillo, vernos no es algo sencillo, conocernos no es algo sencillo, comprendernos no es algo sencillo y existe una multitud de aspectos de nosotras que quizás nunca entenderemos…
Pero es importante no ceder al conformismo de ocultarnos y vivir entre el abismo del pasado caminando, con las mismas heridas, las cicatrices, el dolor o sufrimiento.
Darse tiempo para soltar implica valentía, tiempo…
Hay quienes dirán que es amor pero yo discrepo, porque elegir reconfigurar nuestra mente no es amor, es darle salida al enojo, a la rabia, a la frustración y cuando todo eso se va…
Somos otras…
Cuando el miedo por fin es mirado a los ojos y platicamos con eso que nos erizaba hasta las uñas; la vida se ve distinta y pesa menos el morralito del fuimos.
Pero ésto es una pausa que implica atención, implica hacer de nuestro cuerpo un observatorio.
Para dejar el locurón necesitamos vernos, detenernos a amarnos, apreciarnos y reconocernos hasta los pasos más efímeros.
Ha cinco años que inicie mi viaje de desgreñe jajaja me digo:
-Nadie me obligo
-Lo hice por curiosidad
-Me pregunte que era sentir el miedo intenso a mi oscuridad
-Me pregunte como era dejar de sentir esa pesadez sistémica
Algunas respuestas cambiantes y otras más solo me dieron más preguntas. Así es esto.
Mi vida es distinta, mis prioridades diferentes, mis miedos otros, mis perturbaciones otras…
🙂 Tener sueños lúcidos es increíble. Ahora veo todo distinto.
Limpiar el cuerpo de energía densa en realidad te hace sentir ligera…