Obsidiana terapéutica

El camino de la obsidiana

Estuve haciendo una reflexión sobre el tiempo que me llevo acercarme a la obsidiana, recordé que fue en 2013 cuando comenzó a inquietarme por mi acercamiento a la Ginecología Natural 🙂 Significa que llevo más de 10 años cultivando mi autoconocimiento de la sombra con estas piedras…

Salir del volcán del inconsciente

Siempre han sido mis piedras favoritas, recuerdo que juntaba esas piedras cuando iba al bosque del Centinela o de la primavera, las amaba y cuando las vi talladas me sorprendieron. Poco a poco fui investigando y me cautivo saber que existía una medicina a partir de su acercamiento ¿Cómo?… todo un misterio.

Primero comencé a usar el Osiris, conocido como «Yoni» el huevo de obsidiana y me despertó memorias de la niñez, fue muy extraño yo siento que abrí la caja de pandora. En ese entonces mi compañero Kichi es un amor y me acompaño dulcemente en ese transitar, me contenía en ese mar de emociones y desde tu tranquilidad y palabra me ayudaba a sanar bastante.  Pero no fue suficiente un día exploto mi volcán emocional de rabia, enojo, tristeza, desolación y confusión de tal manera que preferí estar sola viviendome entre ese abismo que seguir lastimando a quien amaba. Fue una excelente decisión pero no cesaba la crisis.

Posteriormente en 2018 una de mis amigas Susy, me comentó que conocía a una terapeuta certificada en la metodología de Ana Silvia Serrano, quien es creadora de este acompañamiento científico. Me decidí a consultarla y descubrí que el acompañamiento profesional  permite llevar el proceso de manera tranquila, amorosa y con pausas para la reflexión, cuidado y descubrimiento de mi misma.

Ésto fue gradual, comencé con la piedra Omi, una piedra de obsidiana que se pone en el ombligo, después con el Ixtli, la piedra que se coloca en los chakras, poco a poco incorporé el osiris incluso comencé a meditar con Urantia, una piedra que se coloca cerca del plexo solar y con la que se canaliza el mar emocional de una manera única.

He sido varias Erikas a lo largo de mi vida con las piedras…
Antes de la obsidiana un caracol en su conchita,
Durante la obsidiana, un mar embravecido arrasando todo a su camino,
En los ú´ltimos 2 años un huracán rompiendo todas esas creencias, miedos y lastres emocionales…
Para ser hoy… Una versión de mi con calma, paz y amor por mi yo en todas sus facetas.

¿Pero que significa amarme?

  • Conocerme
  • Encontrarme
  • Maternarme

El amor hacía mi misma implica autoconocimiento y es extraño porque he habitado en este cuerpo 35 años pero conozco sus predilecciones sin embargo no identificaba o reconocía el origen de las mismas. Sin embargo ahora que cultivo mi conciencia de mi, cada hilo de deseo, anhelo, gusto, sueño y arrebato puede ser descifrado y verse en cámara lenta en cuanto ocurre.

Significa que:

  • Veo la raíz de lo que elijo
  • Identifico el origen de lo que pienso
  • Reconozco que parte de mi quiere o desea
  • Tengo herramientas y la capacidad para dejar que ocurra o simplemente romper con esos patrones de conducta que me orillan al caos.

Esto gracias a dos acompañamientos: obsidiana y terapia conductivo-conductual.

La obsidiana me despierta y me hace consciente de las memorias que me habitan y la terapia conductivo-conductual contribuye a gestionar mis hábitos para tomar decisiones conscientes.

Ser otra implica responsabilidad, pero ser una implica un compromiso de por vida es decir 24/7 despierta y dormida tomar decisiones que nos implique la paz de ser una misma.

Gracias a quienes me acompañan, a quienes me aman, a quienes me han dado el valor de verme desde otro ángulo y que me han permitido tener estas agallas y audacia de rescatarme de esa oscuridad.