La voz y las mujeres

La voz para las mujeres es un medio que hemos ido reapropiandonos. Nos ha resultado complejo conocer sus colores, intensidades y diversidad. La Radio Comunitaria nos brinda acompañamiento para abrir nuestro canal energético desde el útero hasta la garganta. Un recorrido psicomágico que abre los tuneles de la memoria. Nos traslada a los rincones más elocuentes de nosotras y nos deja sentir el ritmo de las palabras. Así la voz se abre camino dentro, nos hace cosquillas y nos permite tocar la memoria de lo que implica la comunicación para las mujeres. Para nosotras hablar, expresar, decir, contar tiene diferentes connotaciones, quienes estamos frente al micrófono sabemos que es un placer ser el medio para contar la vida al mismo tiempo que la vida es el medio para contarnos los detalles sobre nosotras, nuestros ritmos, cadencias y notas.

Encontrar nuestra voz es un camino placentero que toca memorias íntimas, un descubrimiento que se saborea lento, un manejar por caminar en los laberintos de nuestros sentimientos; una dulce experiencia que nos permite resolver el acertijo del potencial que tenemos a partir del sonido que emana nuestro cuerpo. Somos una poesía sonora que se abre a los oídos de la audiencia con paciencia.

Descubrir nuestros sonidos, nuestra voz y alimentar el repertorio de notas sonoras que habitarán nuestra memoria corporal. Desde respirar ya es un sonido que nos habita, el corazón es un relator del ritmo con sonidos, la vibración de nuestra voz es un paisaje sonoro que nos dice cómo estamos, qué sentimos… Nunca estamos en silencio, tenemos un riachuelo de sonidos en nuestro cuerpo y eso lo hace placentero.

Cuando estamos juntas narrando la realidad no amplificarnos en el mundo, el eco que logramos es transformador y nos permitimos compartir que existen puntos en común que describen la realidad, para transformarla juntas. Cuando estamos en comunidad generamos hormonas de la felicidad y estar juntas hace que nos sincronicemos hasta en nuestro ciclo menstrual. Esta sinergía nos permite experimentar la voz desde otra perspectiva, escucharnos en todas las fases de nuestro ciclo y acompañarnos con amor desde la voz.

Desde la gestación, lo que escuchamos nutre nuestro cerebro, registramos los sonidos y experimentamos nuestros sonidos para expresarnos en el mundo. La voz es un medio ¡Podemos sonar!, ¡Podemos expresar!, ¡Podemos acompañar para valorar nuestra voz!.

Somos radialistas, ofrecemos a la comunidad la creatividad, colectividad, la comunicación popular para informar de lo que esta pasando en la realidad inmediata. Nosotras narramos la importancia de conocer las diferencias entre el amor y apego para crear relaciones más sanas, amigables, sostenibles y genuinas. Esto lo hacemos juntas, a partir de conversatorios, charlas, el programa de radio, talleres participativos para  identificar las creencias que hemos adquirido a lo largo de nuestra vida y que sostienen la estructura relacional tóxica a favor del capitalismo.

Narramos lo que nos recorre en el cuerpo para sanar juntas con la voz nuestra situación de desamor para caminar hacia el amor colectivo, el amor comunitario; aquel que nos irradia los miedos, las ansiedades, la inseguridad y las penas. Expresar nuestros sentires nos permite sanar, reconocer nuestras voces, observar como otras compañeras comparten con nosotros los sentires

Romper el silencio, resistir y resistir con la comunidad para que otras visiones sean compartidas a partir de la voz. Nosotras compartimos los sentipesares, el guión parte de la realidad, de nuestra cotidianidad, nos gusta hablar de los temas que usualmente no se posicionan en la Radio Comercial porque son cohibidos nuestros oídos. Aquí les damos un espacio para la sorpresa informativa. Con lo cual podamos impulsar el pensamiento crítico.

Comunicación para la vida, para sanar, para hacer catarsis de lo que vemos día con día. El sonido de nuestra voz es un camino que nos permite reconocernos en un contexto común y nos fortalece la habilidad de compartir como nos habitamos en este cuerpo, que sentimos, pensamos, que nos duele y como va cicatrizando nuestro duelo colectivo para recuperar las ganas de compartir y encontrar otras maneras de alimentar la esperanza por una comunidad más creativa, proactiva y diversa.

Comunicación para los sueños, merecemos escuchar otras narraciones que nos permitan alimentar la esperanza. Somos seres complejos y cada una tiene algo que expresar, que compartir… Escucharnos, hablar, es como hacer un mural en el que los colores son los tonos de nuestra voz que abrazan los oidos de la comunidad. Sabemos que comunicar teje la confianza y despierta la empatía para caminar juntas en esta realidad.

Un medio para la libertad de expresión, abierto a quien quiera o tenga una convicción de servicio de la comunidad, un lugar seguro para compartir la voz y expresar nuestra opinión sobre lo que ocurre en la cotidianidad. Aquí hacemos tejido social a partir de la voz y contenemos los tonos, las emociones, los sentimientos que se abren camino al hablar, al describir la realidad y dibujar en otras mentes lo que la nuestra interpreta. Con la finalidad de armar el rompecabezas de lo que vivimos.

Encontrar la armonía en la voz, resonar con otras personas para lograr comunicar lo que estamos escribiendo en nuestros cuerpos, cuáles son los efectos y como la vibración del mundo nos redacta la historia del tiempo-espacio.

Abrazar nuestras voz, lo que cuenta, lo que transmite, lo que quiere compartir con otros seres. La voz es una resonancia que narra nuestra historia,  es la síntesis de nuestros días… un viento que nos recorre desde los oídos hasta los pies, que nos persuade a despertar las emociones y sentimientos.

Una Radio Comunitaria es un proyecto que potencializa las voces de quienes habitan la ciudad. Es una oportunidad para compartir información desde la gente para la gente sin filtros, con mayor cercanía, empatía y creatividad. Nos acercamos a la Radio para disfrutar de nuestras experiencias sonoras, crecer con ellas y dispersar nuestras esperanzas por un mundo mejor, en la diversidad de los cuerpos y las voces.

Unir nuestras voces para fortalecer la esperanza de habitarnos en la ciudad. Aquí compartimos nuestras vivencias, hacemos resonar lo que significa esta experiencia terrenal desde el sonido de la diversidad de voces que merecen ser escuchadas. Somos y estamos en un medio alternativo para hacer llegar nuestra descripción del mundo, nuestra interpretación de la realidad y los sentipensares que nos abrazan.