Corazones de barro

Mi primer corazón fue hace dos años mientras vivía la esperanza depredadora de cambiar la realidad de alguien… Ahora solo hago los corazones para mejorar mi realidad emocional y han surgido diseños, como remolinos emocionales 🙂. Por eso amo el barro.

Tengo la certeza de que sana adentro: con la danza de afuera; danza de las manos, de las pupilas, de los suspiros… con la energía que fluye para aterrizar lo que mi mente anda proyectando.

Hacer tierra dice la psicóloga!!!
Me dijo que metiera mis pies en maiz para experimentar la conexión de las semillas.
Me dijo que la obsidiana me acompañaría en este lapso de autoconocimiento y que sería un proceso doloroso pero si la valentía me acompañaba, si el compromiso me abrazaba veríamos que pasa.
Me dijo que las gotas de obsidiana me relajarían, me quitarían la depresión y me daría hambre.
Ahora lo veo todo de cerca y con claridad:
*El cuerpo en conexión con la tierra se puede sanar de mil maneras 😃, la sorpresa está en el acompañamiento, en tejer esa telaraña de sabiduría, amor y confianza…
*El barro es medio, es fin…