¿Qué me convirtió en defensora del territorio?
El dolor…
La tristeza…
La rabia…
La esperanza por transgredir el imaginario social de que «tiene que ser así» por que el sistema capital lo decide.
¿Qué me convirtió en defensora del territorio?
El dolor…
La tristeza…
La rabia…
La esperanza por transgredir el imaginario social de que «tiene que ser así» por que el sistema capital lo decide.

Hay instantes en los que el cuerpo no suelta lo que requiere soltar para dar vuelta a la página…
Si la vida fuera un libro no me gustaría engancharme con una sola portada…
Así como me gusta leer de ciencia me gusta leer mentes que imaginan lo absurdo, risible, inframundezco…
El mar es tan intenso que se desborda !!!
Durante la noche el mar es tan brillante que aprecias cada galopar de olas!!!
Curiosas a la orilla, escuchando los susurros temerosos que advierten «el mar es salvaje, la luna roja lo desborda»
«¡No sé meta al mar, puede ahogarse en esa intensidad!».



De mi para mi en huracanes emocionales:


Ilustración: Ekolibri
Hay días en los que me siento abrazada por un cúmulo de emociones que me permiten hacer un capullo y derramarme en sueños de comprensión de la existencia. Días como estos procuro dormir, comer bien, hidratarme, verme al espejo, platicar conmigo, escucharme, leerme, escribir, dibujar, pintar… Gestionar una catarsis creativa que me permita exorcizar lo que esconde la sombrar y en la claridad de los medios y herramientas que tengo para verme sentirme que me expando con cada suspiro.
A lo largo de estos años he intentado verme desde diferentes marcos teóricos y la complejidad de los pasos; no es suficiente sino decido sentirme, sino germino las condiciones adecuadas para estar segura conmigo.
Lo anterior tiene que ver con el espacio físico, emocional, energético, espiritual que logro crear para estar en este huracán.
Pedigüeño parte 1:
Uno de mis hermanos le decía al otro «Pedigüeño»…
Tengo varios días escuchando esa palabra en mi cabeza «Pedigüeño, Pedigüeño, Pedigüeño», me retumbaba al despertar y recordaba que le decía «¿Qué pasa pedigüeño»?.
Yo le cuestionaba ¿Por qué le dices así?
su respuesta ¡¡¡¡Es un pedigüeño!!!… En fin una lucha de nunca acabar, tan tercos como yo pero cada quien en su disciplina. Seguir leyendo Pedigüeño
«El que se enamora pierde»
Me lo dijo Arturo en la Universidad,
como si fuera un lema que se pudiera respetar con la cercanía.
No tardo mucho en decirme que le gustaba,
«Que le gustaba jugar videojuegos»

Sentir la felicidad, la plenitud implica actos de responsabilidad con nosotras.
Cuando elegimos tejer nuestras vidas por instantes, sentimientos, emociones,
risas, conocimientos, saberes, miedos, sorpresas; vivimos un caleidoscopio que nos invita a compartir nuestro huerto interno, acrecentarlo, regarlo, cuidarlo, alimentarlo, verlo crecer… Cosechar y disfrutar de esa ciclicidad.
Existen momentos en los que nos desenraizamos de la otra persona y es un procoso doloroso; la raíz no sale completa, algunas fibras se aferran a la raíz de la otra persona y nos vamos separando poco a poco.
En ocasiones sentimos un estirón cruel, álgido, prolongado, corto…depende de tantas condiciones.
Esta imagen la cree pensando en la mudanza emocional que implica las separaciones,
cada quien con sus plantas, con sus mecanismos de defensa ante la separación,
con la tristeza de ver otra vez nuestro huerto sin aquellas plantas que ya habían echado raíz juntas.

Ciudad salvaje
Te has preguntado
que ha pasado con la ciudad
con su color, con su encanto
recordemos el pasado
un sistema oprimiendo
los cerebros, el sosiego
acelerar los días
con lo que llaman rutina
acelerar los pulmones
con suspiros con microparticulas, con drones
